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El vídeo final

Estaréis de acuerdo conmigo que el pase de fotos de las vacaciones a la familia y/o amigos es, la mayoría de las veces, un pelín aburrido (a no ser que la calidad de las fotos sea excepcional), sobretodo para el espectador, ya que el fotógrafo está encantado con su creación.

Con el montaje de películas esto se soluciona un poco. Las fotos pasan a velocidad más o menos rápida y la música de fondo ayuda a que el pase sea más ameno.

Esta mañana me he entretenido montando un vídeo con las fotos de Euskadi que he ido publicando en estas últimas entradas, para que su visionado os sea más ameno. Es el primer vídeo que monto con iMovie, así que no me tengáis en cuenta todos los fallos que debe haber.

El vídeo dura aproximadamente 6 minutos. La canción de fondo se llama Test Drive y está creada por Zapac bajo licencia Creative Commons. Si queréis añadir música a vuestros vídeos sin sufrir por los derechos de autor podéis echarle un vistazo a esta página web, donde encontraréis miles de canciones, todas vajo licencia CC.

Y ahora sí, aquí tenéis el vídeo. Que lo disfrutéis.

Euskadi Juny 2011 from Sandra Moscoso on Vimeo.

Bárcena Mayor y Comillas

Estábamos a día 26 de junio, nuestro primer aniversario de boda (motivo de este viaje) pero antes de la cena de celebración tocaba hacer un poco de turismo. Otro de los pueblos que nos habían recomendado era Bárcena Mayor, un pueblo del interior de Cantabria a casi 60 km de Cortiguera, donde teníamos el campamento base. Por lo que habíamos leído Bárcena Mayor conservaba todo el encanto de los pueblos rurales de principios de siglo (del XX, claro), así que ese día pusimos rumbo hacia allí.

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Dejamos el coche en el aparcamiento habilitado a la entrada (esto lo encontramos en muchos pueblos cántabros) y por un caminito de tierra nos adentramos en el pueblo.

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Tengo un amigo de Lugo que dice que en cualquier rincón del mundo hay un gallego trabajando y un catalán de vacaciones. Pues debe ser verdad porque nada más pisar el pueblo lo primero que nos encontramos fue un autocar de jubilados de Lleida.

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Bárcena Mayor fue declarado conjunto histórico-artístico en 1979 gracias a la conservación de sus edificios y actualmente vive por y para el turismo. Me perdonarán los cántabros pero para mi gusto el pueblo es demasiado parque temático. Si bien es cierto que el pueblo tiene mucho encanto, la cantidad de restaurantes y tiendas de recuerdos y productos típicos hacen que pierda parte del mismo.

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Cuando hablo de tiendas de productos típicos me refiero a establecimientos como este.

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Los más de 35 grados que marcaba el termómetro tampoco ayudaron a que nos lleváramos mejor impresión de Bárcena Mayor así que tras dar una vuelta por sus callejuelas y tomar un refresco en un bar nos fuimos en busca del coche y su aire acondicionado.

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La siguiente etapa del día estaba en Comillas. Queríamos visitar El Capricho, una de las pocas obras de Gaudí fuera de Catalunya, y aunque la guía no lo dejaba demasiado bien nos apetecía verlo. Pero primero hicimos un alto en el camino para comer y reponer fuerzas en un restaurante en Fresneda con aire acondicionado, donde Cesc tuvo el valor de comerse tres platos de cocido montañés. Para quien no lo sepa es un estofado de judías con morcilla, tocino y cosas así, todo muy dietético y lo más adecuado para un día de calor como el que estábamos teniendo.

Ya en Comillas nos refugiamos en una terraza a esperar que cayera un poco el sol.

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Ahora voy a daros un consejo, cuando queráis ir a visitar algo aseguráos siempre primero de los horarios de visita. Yo no lo hago nunca y por supuesto, como Murphy no falla, El Capricho permanece cerrado al público los domingos por la tarde y los lunes todo el día, así que tuve que contentarme con las vistas desde el aparcamiento.

El Capricho, de lejos

Después de nuestra visita frustrada dimos un paseo por Comillas hasta acercanos a la playa, donde vimos un fenómeno muy curioso pero extendido en Cantabria, y es que había más gente tumbada al sol en el césped junto al aparcamiento que en la arena. Supongo que si no vas a bañarte (hay que tener valor para meterse en el Cantábrico) el césped es más cómodo y más limpio que la arena.

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De nuevo asustados por el calor decidimos volver a la posada a refrescarnos un poco y descansar. Por la noche nos esperaba nuestra cena de aniversario en Suances, en el restaurante La Dársena que nos habían reservado desde la misma posada. Sólo decir que comimos espectacularmente bien y el resto carece de importancia para la temática de este blog.

El día siguiente, lunes, era nuestro último día en Cantabria y nos quedaba por visitar Santillana de Mar, San Vicente de la Barquera y subir al mirador de Fuente Dé.

Los Locos

La costa cántabra tiene una forma tan irregular que algunas playas están orientadas hacia el este y otras hacia el oeste, y no me refiero a playas muy distantes entre sí sinó una al lado de la otra. Estando todavía en Barcelona nos habían recomendado visitar la playa de Los Locos así que cuando un señor en Cortiguera nos dijo que las mejores puestas de sol se podían ver desde allí no lo dudamos.

Después del chapuzón en la piscina de la posada y recuperarnos del paseo por Santander nos acercamos a Suances, que es donde se encuentra esta playa. Ese día el sol se ponía a las 10 de la noche aproximadamente (para saber estas cosas es muy útil una aplicación que llevo en el iPhone, que entre otras me dice cada día y en el punto que yo quiera a qué hora sale y se pone el sol).

Llegamos con tiempo de sobras para buscar aparcamiento, darnos una vuelta por los alrededores y cenar. Dejamos el coche junto al faro, donde había una boda (y ya era la tercera que veíamos ese día), y paseamos un poco para hacer tiempo.

El faro
Qué verde
Mar y montaña
Flores silvestres

Junto al faro, en lo alto de una pequeña colina, hay un mirador desde donde se pueden contemplar unas vistas fantásticas del Cantábrico.

Mirador

La playa de Los Locos está rodeada de acantilados, motivo por el que es tan espectacular.

Rodeada de acantilados

El sol estaba a punto de ponerse, así que era hora de bajar a la playa (literalmente, pues hay que bajar unos cuantos escalones hasta llegar a la arena) y montar el trípode.

Atardecer en Los Locos

Hice muchas fotos, muchísimas, con filtro y sin filtro y probando diferentes velocidades de obturación para intentar darle al agua un aspecto sedoso. No estoy demasiado satisfecha con el resultado, debo seguir practicando con las puestas de sol (se aceptan consejos), pero aquí tenéis, la puesta de sol en Los Locos.

El sol se pone tras la roca
Casi no se ve
Puesta de sol

Aproveché que tenía el trípode montado para hacernos una foto a Cesc y a mí, que casi nunca salimos juntos.
Cesc & Sandra

Después de esta sesión de vuelta a la posada. Al día siguiente nos esperaban Bárcena Mayor y Comillas.

De Barcelona a Cortiguera

Con ésta empiezo la serie de entradas sobre mis recientes vacaciones por Cantabria y Euskadi, tal y como os avanzaba el último día. Intentaré darme prisa en tenerlas listas porque si no se me van a juntar con las del próximo viaje, en apenas 3 semanas y media, así que empezamos.

730 kilómetros de nada nos separaban de nuestro destino, Cantabria, y para ser más exactos Cortiguera, donde habíamos reservado una habitación en una casa de turismo rural (que después resultó ser un hotel rural). El viaje es una paliza, para qué negarlo. Aunque nos fuimos turnando la conducción, la autopista entre Lleida y hasta llegar a Navarra, desierto de los Monegros incluído, es aburridísima. El paisaje es desolador a más no poder y estábamos ansiosos por empezar a ver montañas verdes, lo que empieza a suceder cuando llegas a la altura de Pamplona. La única diversión fueron los nidos de cigüeñas en lo alto de las torres de alta tensión, lo prometo.

Tras una pausa en Bilbao para comer llegamos a nuestro destino. Nuestra primera sorpresa fue el alojamiento. Como he dicho antes la Posada Santa Ana resultó ser un hotel rural con todas las comodidades, incluso piscina, a la que sacamos buen provecho los siguientes días con la ola de calor que invadió toda la península, Cantabria incluída. Un lugar muy recomendable para familias con niños, ya que hay espacio suficiente para que éstos jueguen y lo más sorprendente, tienen un conejo y un gallo paseando por el jardín, para disfrute de los más pequeños y asombro de los mayores. ¿O es que estáis acostumbrados a tomar el sol en una piscina y que un gallo se os acerque?

Después de tantas horas de coche nos apetecía estirar un poco las piernas y la chica de recepción nos recomendó pasear hasta la playa de Suances, a tan solo un kilómetro, pero por un carril bici que bordea la ría. Al final el paseo fué de diez kilómetros entre ida y vuelta y nos sirvió para tener una primera toma de contacto con la zona. El paisaje no nos estaba defraudando, de momento Cantabria era tal y como la imaginábamos.

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La ría

Más o menos a medio camino encontramos una especie de embarcadero.

Embarcaciones
Entrenando

Parece que algunas barcas no soportaron la bajada de la marea.

Embarrancada

Respecto a las mareas he de decir que es un fenómeno que me maravilla. Acostumbrada al Mediterráneo donde apenas se notan, ver subir la marea en el Cantábrico ha sido toda una experiencia.

Cesc

Llegando ya a Suances vimos a estos dos hombres que imagino estarían marisqueando.

Marisqueando
Marea baja
Suances, desenfocado

En esta ocasión no paseamos por Suances, repusimos fuerzas en un bar cercano al puerto y dimos la vuelta, que se estaba haciendo tarde y no queríamos que se nos hiciera de noche por el camino.

Iglesia de Cortiguera

Cena en el hotel y a descansar, al día siguiente nos esperaba Santander, que será el tema de la siguiente entrada.

El Delta del Ebro

Hace exactamente un mes que pasamos un fin de semana en el Delta del Ebro y desde entonces que tengo esta entrada pendiente. Si no pasa nada este fin de semana tenemos planeada otra escapadita y para el fin de semana que viene me he apuntado a uno de los Fotowalks que organiza Naturpixel, así que como veo que se me va a acumular el trabajo, esta tarde he aparcado todas mis obligaciones y me he puesto, por fin, a revisar y editar las fotos que hice.

Si tuviera que definir con una palabra el paisaje del Delta diría que es curioso y digno de ver, al menos una vez, o como dicen los habitantes de allí, al menos una vez en cada estación del año ya que, según en qué punto esté el proceso de plantación del arroz el paisaje cambia completamente.

Nos alojamos en La llar de Laura, una casa de turismo rural en Poble Nou del Delta absolutamente recomendable donde tanto Laura como su marido nos trataron estupendamente. Poble Nou del Delta está ubicado justo enmedio del Parque Natural, entre la Encanyissada y la Tancada y por tanto es el punto de partida ideal para cualquier excursión por la zona, ya sea a pie o en bicicleta.

Hace un mes todavía era invierno y los campos de arroz ofrecían este aspecto.
Campo de arroz
Reflejos

Andando escasos diez minutos a la salida de Poble Nou encuentras paisajes como estos
Nubes sobre el delta
Nubes de algodón
Hacia el infinito
El paisaje del Delta

Ya por la tarde, después de comer, nos acercamos hasta la Platja dels Eucaliptus desde donde empieza la Barra del Trabucador, una franja de tierra larga y delgada rodeada de agua a lado y lado y que va a parar a la Punta de la Banya. Sin embargo se nos hizo un poco tarde y nos dio miedo ponernos a andar (la Barra del Trabucador debe tener unos 5km de largo), así que nos quedamos dando un paseo por allí. Como podéis ver no éramos los únicos
Fotógrafos y es que se acercaba la puesta de sol y la playa estaba llena de fotógrafos intentando inmortalizar el momento.
Capturando el momento

Cómo no, yo hice lo mismo y aquí tenéis el resultado.
Puesta de sol He de confesar que estoy especialmente orgullosa de esta foto y que es ahora mismo mi fondo de escritorio.

Al día siguiente hicimos lo que hacen la mayoría de visitantes del Delta, alquilar una bicicleta y pasear. He de confesar que yo hacía como mínimo 25 años que no montaba en bicicleta y al principio tenía mis dudas (y Cesc también) de que fuera capaz de pedalear 500 metros seguidos. Pero lo conseguí, y completamos toda la ruta alrededor de La Tancada sin caerme ni hacerme un solo rasguño. Eso sí, las agujetas del día siguiente fueron memorables.

La Tancada está rodeada en gran parte por un carril bicicleta y para una novata como yo fue un alivio tener que preocuparme sólo de no caerme y no de tener que procurar que además ningún coche me atropellara.
Flamencos
En bicicleta
La Tancada

El último día, antes de coger el coche y volver a Barcelona nos quedaba una excursión pendiente, la Barra del Trabucador que no pudimos hacer el primer día. He de confesar que esta vez tampoco la completamos y es que después de andar durante más de una hora por la arena y ver que no llegábamos al final decidimos dar la vuelta, ya que si no es porque al lado teníamos el mar más que el Delta del Ebro pareceía la travesía del desierto. Durante el paseo pude hacer unas cuantas fotos.
Aves
Aves en el Delta
Observando el fondo del mar
Furgoneta
Vuelo de reconocimiento
Pescando

El Delta es un lugar muy recomendable donde pasar un fin de semana y dedicarse a pasear, observar aves, descansar y si sois aficionados como yo a la fotografía, hacer unas cuantas fotos.

Bolvir y Llivia

En la anterior entrada sobre la Cerdanya nos habíamos quedado en las pistas de esquí, viendo cómo bajaban los esquiadores, grandes y pequeños, por las pistas. Hay esquiadores experimentados y los hay que hacen lo que pueden pero lo realmente gracioso es ver a los niños de las escuelas de esquí bajando todos en fila india siguiendo al monitor.
En fila
Todos los niños de las escuelas llevan un peto amarillo que en la espalda pone «Ull, sóc petit» (Cuidado, soy pequeño).
La Hormiga atómica
¿Cuántos años tendrá este niño?
Aprendiendo a esquiar
No me digáis que no son súper graciosos.
A toda velocidad Obviamente no sólo bajan niños, también adultos a toda velocidad.
Nubes sobre la nieve Menudas nubes, va a ser hora de bajar.

Después de comer, ya en Bolvir, andamos un poco por los alrededores mientras digeríamos la comida. Bolvir es un pueblo perqueño, tranquilo y principalmente de segundas residencias, donde los afortunados que tienen allí una casa se escapan los fines de semana a descansar. Yo me conformé con hacer fotos del paisaje y soñar un poco viendo algunas de las «casitas» que había.
Bolvir
Una ermita
Iglesia
El cementerio
Amenaza tormenta

El domingo por la mañana teníamos la intención de ir a Andorra por el Pas de la Casa pero la meteorología nos hizo cambiar de idea ya que amaneció nevando y eran necesarias cadenas para llegar al país de los pirineos, cadenas que nosotros no teníamos. Y cambiamos Andorra por Llivia. Llivia es un pueblecito español que por culpa de un tecnicismo después del Tratado de los Pirineos quedó en territorio francés. Es conocido por tener la farmacia más antigua de Europa. Pudimos acceder a Llivia sin problemas pero tuvimos que pasear bajo la nieve, y además la farmacia, nuestro objetivo, estaba cerrada, así que la visita fue más bien breve.
Llivia
La plaza de la iglesa
Detalle de la iglesa
Nevando
Nieve en Llivia
Tormenta en la cima

Pasear bajo la nieve puede parecer bucólico pero la tormenta cada vez era más fuerte y decidimos irnos de allí, sobretodo por miedo a no poder circular por la carretera, que ya he dicho antes que no llevábamos cadenas. Acabamos nuestra excursión de fin de semana en Puigcerdà, donde el tiempo era bastante mejor y aunque hacía frío, no nevaba.
El lago de Puigcerdà
Puigcerdà

Desde la carretera

¿No os ha pasado que, cuando hacéis una misma ruta muchas veces, no os fijáis en el camino? Yo habré hecho el camino Terrassa-Solsona primero y Barcelona-Solsona después cientos de veces, pero en la mayoría de ellas o no me fijaba en el paisaje porque iba durmiendo o no podía apartar los ojos de la carretera porque iba conduciendo.

El pasado 25 de diciembre recorrí el camino una vez más para acudir a la comida de Navidad de mi familia, pero esta vez sí me fijé por dónde pasaba, es decir, me fijé en el paisaje y no en la carretera. Aprovechando que iba de copiloto me dediqué a fotografiar toda la ruta, desde la salida de Barcelona hasta la entrada de Solsona. Quiero decir que todas las fotos están hechas desde el asiento del acompañante, a través de la ventana y con el coche en marcha.

La salida de Barcelona por la Avenida Meridiana no tiene mayor interés, excepto la terraza de un ático desde la que ondean siete banderas del Barça y una del Sant Andreu. Seguro que si alguna vez habéis entrado a Barcelona por la Meridiana os habéis fijado en ella, sobretodo si es de noche y tiene las luces encendidas.

Una casa muy culé
La avenida Meridiana

Ya en la autopista C58 nos encontramos de frente con una magnífica vista de la montaña de La Mola, en el Parque Natural de Sant Llorenç de Munt. Si os animáis a subir andando a su cima (es una excursión de una media hora, apta para todos los públicos), a parte de disfrutar de las vistas que se ven del Vallès Occidental podréis degustar unas magníficas butifarras en el restaurante que hay.

Al fondo, La Mola
La Mola original Esta foto ya os la había enseñado en una entrada anterior.

A la altura de Terrassa, todavía desde la autopista, ya podemos ver la que es la montaña más emblemática de Catalunya, Montserrat. Las vistas de Montserrat nos acompañarán casi hasta llegar a Manresa.

Desde Terrassa
Montserrat al fondo
Montserrat
Sant Lluís de Rístol En esta foto no se ve Montserrat sinó el restaurante Sant Lluís de Rístol.
Plano de la Abadía de Montserrat Aquí volvemos a recuperar la montaña, con un primer plano de la Abadía.
A los pies de Montserrat
Panorámica de Montserrat

Os recuerdo que era el día de Navidad y por tanto hacía frío, en algunos tramos la carretera incluso estaba helada.
La carretera está blanca

A la altura de Manresa cambiamos las vistas de Montserrat por las de las montañas del Pre-pirineo, con sus cimas nevadas.
Al fondo la nieve III
Al fondo la nieve II
Al fondo la nieve

No todo van a ser montañas nevadas.
Por la carretera II
Por la carretera

La luz al final del túnel
A la salida del túnel

Una gran recta

Y llegamos a Cardona, donde nos recibe majestuoso su castillo, hoy en día Parador Nacional.
Parador de Cardona
Parador de Cardona

Aquí nos damos cuenta de que hace rato que hemos abandonado la gran ciudad.
Pastando tranquilamente

Estamos muy cerquita de nuestro destino. En la imagen, Clariana de Cardener.
Clariana de Cardener
El camino

El último núcleo de población antes de llegar a nuestro destino: El Pi de Sant Just.
El Pi de Sant Just
El camino
Nieve en el horizonte

Al fondo asoma el Castellvell, eso significa que estamos llegando.
Castellvell

Entrada a Solsona donde nos recibe su majestuosa catedral. Fin del viaje.
Entrada a Solsona
Catedral de Solsona

Como dice la canción «Cuando salgas para hacer el viaje hacia Ítaca has de pedir que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de conocimientos».

La Fageda d’en Jordà

La Fageda d’en Jordà es un bosque de hayas (faig en catalán, de ahí fageda) que se encuentra en la zona volcánica de la Garrotxa. Su particularidad radica en que está asentado sobre tierra volcánica y que no es frecuente encontrar hayedos por estas latitudes.

El domingo pasado hice una pequeña excursión por este singular paraje. Íbamos un poco justos de tiempo y estuvimos tan solo una hora, pero eso no fue un impedimento para que pudiera sacar unas cuantas fotos. Aquí tenéis una muestra, el resto como siempre en mi galería de flickr.

fageda
fageda
fageda
fageda
fageda
fageda
fageda

Fin de semana en Joanetes

El fin de semana pasado, aprovechando que el lunes era fiesta, lo pasé con unos amigos en una casa de colonias en Joanetes, rodeada de naturaleza.

fuego a tierraA parte de poder disfrutar de la siempre agradable compañía de mis amigos junto a este fuego a tierra también pude hacer unas cuantas fotos a la naturaleza, que siempre es una modelo agradecida. Aquí os dejo una muestra. Las encontraréis todas, como siempre, en mi galería de flickr.

niebla sobre la montaña
montañas II
bifurcación
Agua
Sombras

Cómo hacer de una buena foto una foto estupenda

En la entrada anterior hablaba sobre aplicar capas de colores a una fotografía para darle un toque diferente. Y me han llegado comentarios de todo, hay gente que prefiere la foto original y hay quien prefiere alguna de sus versiones.

Hoy os enseñaré algo un poco diferente. Cómo a partir de la foto de un paisaje precioso, en este caso una imagen del Parc Nacional d’Aigüestortes, he conseguido una foto aún mejor. Siempre según mi criterio de fotógrafo aficionado, que conste. Habrá personas a las que los retoques aplicados no les acaben de gustar y habrá muchas otras que lo hubieran hecho de otra manera. Ya sabéis que cualquier comentario y crítica constructiva serán bienvenidos, me sirven para seguir aprendiendo.
Esta es la foto original.

La primera corrección y más evidente fue enderezar la imagen. Una foto torcida estropea cualquier imagen, por fantástico que sea el paisaje que estemos fotografiando. En este caso tuve que girarla unos dos grados a la izquierda. En segundo lugar era necesario aumentar los niveles en general pues toda la foto está demasiado clara. Para eso dupliqué la capa fondo y ajusté los niveles. Adicionalmente fue necesario retocar la tonalidad y la saturación del cielo que en algunos puntos, sobretodo en la parte más cercana a las montañas era casi blanco. Perdonad que no os indique los ajustes exactos pero no los anoté, para la próxima vez prometo hacerlo.

Una vez tuve el cielo más azul fui a por la parte derecha de la montaña, que está sobreexpuesta. Para ello creé una capa de ajuste sólo de esta parte y ajusté la exposición. Finalmente retoqué la tonalidad y la saturación de los tonos verdes de la montaña para resaltar más las partes donde hay hierba. Y este es el resultado final.

Antes de llegar a este resultado creé y eliminé muchas capas de ajuste, probando todas las opciones hasta que conseguí dar con un resultado que me gustó. Repito que siento no ser más precisa con los parámetros empleados pero no tuve en cuenta anotarlos.

Visto lo visto, y si yo que soy una completa inexperta puedo dejar medio decente una fotografía, qué no podrán hacer los profesionales del tema. ¿Qué os parece? ¿Os gusta el resultado? ¿Qué mejoraríais?

Nota: En este caso las fotos no llevan mi firma al pie porque yo no soy la autora de las mismas, sólo de los retoques. Son de alguien que me pidió que le mejorara unas cuantas fotos y que muy amablemente me ha dado su permiso para publicar esta.