¿No os ha pasado que, cuando hacéis una misma ruta muchas veces, no os fijáis en el camino? Yo habré hecho el camino Terrassa-Solsona primero y Barcelona-Solsona después cientos de veces, pero en la mayoría de ellas o no me fijaba en el paisaje porque iba durmiendo o no podía apartar los ojos de la carretera porque iba conduciendo.
El pasado 25 de diciembre recorrí el camino una vez más para acudir a la comida de Navidad de mi familia, pero esta vez sí me fijé por dónde pasaba, es decir, me fijé en el paisaje y no en la carretera. Aprovechando que iba de copiloto me dediqué a fotografiar toda la ruta, desde la salida de Barcelona hasta la entrada de Solsona. Quiero decir que todas las fotos están hechas desde el asiento del acompañante, a través de la ventana y con el coche en marcha.
La salida de Barcelona por la Avenida Meridiana no tiene mayor interés, excepto la terraza de un ático desde la que ondean siete banderas del Barça y una del Sant Andreu. Seguro que si alguna vez habéis entrado a Barcelona por la Meridiana os habéis fijado en ella, sobretodo si es de noche y tiene las luces encendidas.
Ya en la autopista C58 nos encontramos de frente con una magnífica vista de la montaña de La Mola, en el Parque Natural de Sant Llorenç de Munt. Si os animáis a subir andando a su cima (es una excursión de una media hora, apta para todos los públicos), a parte de disfrutar de las vistas que se ven del Vallès Occidental podréis degustar unas magníficas butifarras en el restaurante que hay.
Esta foto ya os la había enseñado en una entrada anterior.
A la altura de Terrassa, todavía desde la autopista, ya podemos ver la que es la montaña más emblemática de Catalunya, Montserrat. Las vistas de Montserrat nos acompañarán casi hasta llegar a Manresa.
En esta foto no se ve Montserrat sinó el restaurante Sant Lluís de Rístol.
Aquí volvemos a recuperar la montaña, con un primer plano de la Abadía.
Os recuerdo que era el día de Navidad y por tanto hacía frío, en algunos tramos la carretera incluso estaba helada.
A la altura de Manresa cambiamos las vistas de Montserrat por las de las montañas del Pre-pirineo, con sus cimas nevadas.
No todo van a ser montañas nevadas.
La luz al final del túnel
Y llegamos a Cardona, donde nos recibe majestuoso su castillo, hoy en día Parador Nacional.
Aquí nos damos cuenta de que hace rato que hemos abandonado la gran ciudad.
Estamos muy cerquita de nuestro destino. En la imagen, Clariana de Cardener.
El último núcleo de población antes de llegar a nuestro destino: El Pi de Sant Just.
Al fondo asoma el Castellvell, eso significa que estamos llegando.
Entrada a Solsona donde nos recibe su majestuosa catedral. Fin del viaje.
Como dice la canción «Cuando salgas para hacer el viaje hacia Ítaca has de pedir que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de conocimientos».